Regresiones de sueño

¿QUÉ ES LA REGRESIÓN DE SUEÑO?

Que levante la mano quien ha pasado por lo siguiente: tu hijo duerme bien, tiene un hábito de sueño más o menos bueno y de repente… ¡¡¡BUM!!! Tu bebé no quiere dormir, se despierta todo el rato, no quiere hacer siestas y tú no entiendes nada. Te acabo de dar la definición de regresión de sueño. Dime la verdad, antes de tener a tu hijo, ¿sabías lo que era una regresión de sueño?

¿QUÉ LAS CAUSA?

La causa de estas regresiones se debe a los hitos de desarrollo. Los hitos de desarrollo ocurren cuando los bebés y niños pequeños empiezan a practicar nuevas habilidades que les inquietan a la hora de dormir porque se centran en practicar estas cosas nuevas y prefieren hacer esto que dormir. Las nuevas habilidades más comunes causantes de estas regresiones son: cuando se giran y dan la vuelta, cuando se sientan, cuando se ponen de pie, cuando dan los primeros pasos y cuando hablan.

TÓMATELO DE OTRA MANERA

Así que, REGRESIÓN = PROGRESIÓN   ¿Estás de acuerdo conmigo? La palabra “regresión” tiene una connotación negativa así que te invito a pensar que regresión de sueño es progresión en su desarrollo ya que es un cambio positivo en su crecimiento.

Es muy importante saber qué es una regresión de sueño porque los padres a los que les cogen desprevenidos y que no están al tanto hacen todo lo posible para que el niño duerma y crean hábitos que luego con el tiempo tienen que cambiar.  La regresión de sueño es una realidad pero también tengo que decir que no todos los niños pasan por estas regresiones y mucho menos por todas ellas.  La más frecuente es la de los 4 meses.

LAS EDADES MÁS COMUNES

Estas regresiones de sueño pueden durar desde varios días a 6 semanas y las edades más frecuentes son: 4 meses, 8-10 meses, 12 meses, 18 meses y 2 años. Dicho así parece que no vas a dormir nunca pero no, os aseguro que el sueño se instalará en vuestras casas.

Regresión de 4 meses: es la regresión más común. Se debe a un cambio en el ritmo biológico del sueño de forma permanente por lo que tu bebé comenzará a dormir de manera diferente.

Regresión de 8-10 meses: en estos meses ocurren varias cosas. El bebé empieza a deslizarse, gatear, sentarse, levantarse, absorben mucho vocabulario e incluso dicen las primeras palabras, aparecen los primeros dientes, etc. Y por si fuera poco, aparece la famosa ansiedad de separación. Todo esto provoca que el bebé esté bastante alterado y que no tenga mucho interés en dormir.

Regresión de 12 meses: cada uno a su ritmo pero a esta edad se suele dar los primeros pasos y querrán practicar de madrugada, ¡qué idea! Gastan mucha más energía y puedes pensar que tienen más hambre por el día. Consejo: es preferible darle de comer más durante el día que empezar a darle de comer por la noche. Esta regresión afecta más a las siestas y muchos padres piensan que si rechaza la segunda siesta es porque no la necesita más. Ofrecerles siempre esa segunda siesta porque ésta se suele dejar a los 18 meses.

Regresión de los 18 meses: empiezas a pensar que las regresiones no acaban nunca. Aquí hay otro pico en la ansiedad de separación, dentición, hacen cosas por sí solos como coger la cuchara, beben en vaso, dicen más palabras con más sentido y son mucho más independientes. Aquí muchos padres suelen pasarles de la cuna a la cama y esto afecta al sueño. ¡Adiós bebé, hola niño!

Regresión de los 2 años: los famosos terribles 2 años. Si ya nos han dicho que los dos años son “complicados”, se le añade una regresión. La transición de la cuna a la cama de mayores, la retirada del pañal, la aparición de pesadillas, el comienzo de frases cortas, etc. hacen de las noches todo un reto para los padres.

Luego hay otros factores que pueden provocar una regresión de sueño de unos días: una vacuna, una enfermedad, la salida de dientes, el cambio de hora, un viaje, la entrada a la guardería, una mudanza, etc. Pero pasados esos días todo volverá a la normalidad.

¿QUÉ HACER ANTE UNA REGRESIÓN?

  • No sentiros culpables o responsables. No habéis hecho nada malo y las regresiones son completamente normales.

  • Tener en mente que pasará y se acabará, es solo cuestión de tiempo.

  • No asustarse y continuar con los hábitos de sueño saludables , ¡no tires la toalla!

  • Pide ayuda si estás muy cansado. A veces una pequeña siesta o algo de tiempo para ti hace que afrontes esas noches de mejor manera.

  • No introduzcas muletillas.  Por ejemplo, si tu hijo había dejado el chupete, no se lo des ahora.

  • Si piensas que la regresión se debe a un hito de crecimiento, déjale practicar mucho lo que ha aprendido durante el día. Si, por ejemplo, ha aprendido a gatear, déjale que lo haga mucho por el día y hazle entender que por el día se gatea y por la noche se está tumbado y tranquilo.

  • Evita el sobre cansancio. Ya sabemos que el sueño de día complementa el de la noche así que intenta que duerma por el día y usa el plan que os funcione: duérmele en brazos, una siesta en carrito, etc. Si lo haces de vez en cuando no vas a generar un nuevo hábito.

En definitiva necesitas mucha constancia y paciencia. Ellos necesitan mucho amor, mimos y sentir que les entiendes. Afrontad la regresión juntos de la mano ☺

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